El pasado 15 de noviembre, el municipio de Trujillo, en el corazón del Valle del Cauca, se convirtió en el escenario vibrante de la celebración del Galardón a la Mujer Rural, versión 2025. Esta emotiva iniciativa, impulsada por el Instituto Mayor Campesino (IMCA), que no solo busca otorgar un premio, sino que se consolida como un profundo acto de reconocimiento y celebración de los múltiples roles esenciales que las mujeres cumplen en la vida de los territorios rurales.
Sin duda alguna, las mujeres rurales, de comunidades campesinas y de comunidades étnicas, son las verdaderas columnas vertebrales del campo; son simultáneamente, cuidadoras, agricultoras, lideresas comunitarias, guardianas de saberes, emprendedoras, defensoras del medio ambiente, sembradoras de vida y constructoras de paz, entre muchos otros roles. Por eso, este galardón se dedicó a visibilizar y honrar toda esta diversidad de aportes que a menudo permanecen en el ámbito del trabajo silencioso o poco valorado.

No obstante, la versión 2025 del Galardón a la Mujer Rural, en este caso desarrollado en el Municipio de Trujillo fue un éxito rotundo en convocatoria y alcance. El evento contó con el apoyo fundamental de importantes aliados estratégicos, lo que subraya la relevancia de este reconocimiento. En ese sentido, es importante destacar y agradecer el apoyo financiero de la Agencia Francesa de Desarrollo – AFD y la organización Acting for Life a través del denominado Programa TERSAA 2; así como de un actor preponderante y clave que se sumó a esta iniciativa, la Alcaldía de Trujillo, quien a través de la Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria – UMATA, no sólo comprometió recursos económicos, sino a un grupo de trabajo que se articuló eficazmente con el equipo de promoción social del IMCA para sacar adelante y con éxito este Galardón.

Gracias a este respaldo, el Galardón a la Mujer Rural Trujillense, logró convocar a 22 mujeres excepcionales provenientes de distintos territorios rurales. Esta participación fue un testimonio del valor que las instituciones y la sociedad otorgan a su labor; estas 22 mujeres fueron postuladas por organizaciones sociales, instituciones educativas y entidades privadas con presencia en el municipio. Las postulaciones se organizaron en 6 categorías estipuladas en la convocatoria, reflejando de manera precisa la importancia y la diversidad de los aportes de las mujeres a la dinámica territorial, desde la sostenibilidad ambiental hasta el liderazgo político y social.
Así las cosas, en el marco de la solemne celebración del “Día del Campesino y la Campesina”, se anunció a las merecidas ganadoras del Galardón. Un total de 8 mujeres rurales recibieron este reconocimiento, demostrando la profundidad y el impacto de su trabajo en la comunidad. A continuación, se relacionan a las galardonadas por cada una de las categorías:

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Margarita Castaño: Ganadora en la Categoría Liderazgo Comunitario.

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Emma Stella Montoya: Ganadora también en la Categoría Liderazgo Comunitario.

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Luz Mery Valencia: Reconocida en la Categoría Promoción de la Agroecología.

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Laura Fernanda Hortua Restrepo: Destacada en la Categoría Mujer Joven Rural.

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Natalia Gómez Gómez: También reconocida en la Categoría Mujer Joven Rural.

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Ana Leydi Buitrago: Homenajeada en la Categoría Mujer Indígena.

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Flor María Pulido: Premiada en la Categoría Mujer Constructora de Paz.

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Luz Diana Restrepo: Reconocida por su labor en la Categoría Conservación y Medio Ambiente.
Estas ocho mujeres representan la excelencia, la tenacidad y la vocación de servicio que caracteriza a las lideresas rurales de Trujillo, el Valle del Cauca y Colombia. Sin embargo, es crucial destacar que el valor de esta iniciativa trasciende la entrega del premio. Cada una de las 22 mujeres participantes representa una admirable y valiosa historia de vida, de cuidado y de transformación. El Galardón, por tanto, se concibió con varios propósitos, entre ellos: Brindar reconocimiento y valoración efectiva a la mujer rural; contribuir al fortalecimiento del tejido social entre las organizaciones y las comunidades; visibilizar el trabajo silencioso que a menudo pasa desapercibido; dignificar el papel de las mujeres rurales en sus múltiples roles. Al centrarse en estos objetivos, el IMCA reafirma que la inversión en el reconocimiento de la mujer es directamente proporcional a la inversión en la construcción de comunidades más fuertes, equitativas, solidarias y sostenibles; puesto que, estos espacios de celebración son vitales para generar redes de apoyo y colaboración mutua.

El Instituto Mayor Campesino extiende una efusiva ¡Felicitación a todas las participantes! Que este reconocimiento no sea el final de un camino, sino la semilla de nuevas alianzas, aprendizajes, caminos y sueños compartidos. El IMCA tiene el firme compromiso de acompañar y apoyar estos nuevos rumbos a través del Programa TERSAA 2, una acción que busca generar oportunidades para las mujeres rurales y sus comunidades; por eso, seguirá trabajando de la mano con ellas para asegurar que su liderazgo se traduzca en transformaciones duraderas y equitativas en Trujillo y el resto de los territorios. Finalmente, es importante destacar que la versión 2025 del Galardón a la Mujer Rural en Trujillo demostró que celebrar a la mujer es celebrar la vida, la resistencia y el futuro del campo colombiano.
Redacción
Pedro Antonio Ojeda Pinta


