JUVENTUD RURAL DISPUESTA A GENERAR CAMBIOS EN LA RELACIÓN CON EL AGUA

El pasado 19 de septiembre de 2018, jóvenes de los grados décimo y undécimo de la Institución Educativa Antonio José de Sucre, localizada en el corregimiento de Andinápolis (Municipio de Trujillo – Valle del Cauca), participaron de una jornada de fortalecimiento de capacidades para la gestión comunitaria del agua. La actividad hace parte del proyecto “Emprendimientos Juveniles Rurales, Nuevas Identidades y Paz Territorial”; financiado por la Unión Europea y ejecutado por tres centros sociales de la Compañía de Jesús: el Instituto Mayor Campesino – IMCA, el Centro de Investigación y Educación Popular – CINEP/Programa por la Paz, y el Servicio Jesuita a Refugiados (JRS Colombia).

Esta jornada de trabajo tuvo como propósito sensibilizar a la juventud en torno a temas claves como: el derecho humano al agua, la importancia del recurso hídrico bajo el contexto del cambio climático, y los aportes de la organización social en la conservación de los ecosistemas que provisionan el vital líquido y su rol en los procesos de gestión comunitaria del agua que se desarrollan en los territorios rurales del país.

La primera parte de la jornada se llevó a cabo a través de un conversatorio, en el cual se abordaron los conceptos básicos de los diferentes temas planteados; permitiendo la retroalimentación permanente a partir de las opiniones de las personas participantes. De esta forma, se fueron escuchando opiniones en torno a la importancia del agua para la localidad, reconociendo que allí disfrutan de un abundante recurso hídrico que no es valorado plenamente por la totalidad de la comunidad, quienes en muchas ocasiones hacen un uso inadecuado de él. Asimismo, a pesar de lo trascendental del derecho humano al agua, se evidenció que ninguno de los jóvenes tenía conocimiento al respecto, ignorando aspectos como el acceso, la asequibilidad, la calidad, la continuidad y la cantidad.

Una segunda parte, se abordó con la metodología de trabajo en grupos, quienes por medio de dibujos expresaron y dieron respuesta a los interrogantes: ¿Por qué es importante el agua para la vereda? y ¿Qué compromisos podían asumir los jóvenes para cuidar el recurso hídrico?. En general los grupos resaltaron que el agua es fundamental para satisfacer las necesidades básicas de las personas a nivel domiciliario y para el desarrollo de actividades como la agricultura; sin embargo, ninguno hizo alusión a la importancia del agua en el medio natural, por lo que fue necesario hacer una amplia reflexión y valoración de la función del agua en la dinámica de los ecosistemas.

Por último, los jóvenes participantes expresaron su deseo de asumir distintos compromisos para cuidar el recurso hídrico, por ejemplo: no gastar el agua de forma innecesaria, cerrar la llave mientras se cepillan, colocar dispositivos a las mangueras para evitar el desperdicio mientras se lavan vehículos o patios de las viviendas, revisar las conexiones en la casa para prevenir o arreglar las fugas de agua, realizar la siembra de árboles y proteger los nacimientos.

Un aspecto importante dentro de los compromisos mencionados por los jóvenes estuvo en torno a apoyar la labor que realizan las asociaciones o juntas comunitarias de los acueductos veredales. En ese sentido Juliana Herrera Ramírez, indicó: “Nuestros acueductos comunitarios permiten tener acceso directo al agua en las viviendas; la mayoría de las veces no valoramos ese simple hecho, más aún cuando sabemos que existen miles de personas que ni siquiera tienen agua en los territorios que habitan (…). Frente a tantos problemas con el agua, la juventud y la niñez estamos llamados a generar un cambio de comportamiento y así contribuir en el cuidado y la conservación de un recurso natural irremplazable”.

Redacción

Pedro Antonio Ojeda Pinta

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