Historia

Sesentas

En 1962 el padre Francisco Javier Mejía S.J. logra constituir una obra social al servicio del campesinado a la que denomina “Universidad Campesina – UNCA”. La apuesta por la naciente obra tiene un objetivo absolutamente determinante: formar campesinos para que participen en los espacios donde se toman las decisiones que les afectan. La educación primaria, la educación cooperativa, los cursos de liderazgo para adultos y el trabajo en las comunidades son apuestas que comienzan a darle estructura y realidad al sueño de obra social.
Además, se hace una apuesta orientada a la conformación y fortalecimiento de las Juntas de Acción Comunal en distintas veredas de los municipios del Valle del Cauca. En ese sentido, se busca que haya al interior de las mismas comunidades y ante los otros componentes sociales del país, un ente capaz de entrar en diálogo y que a su vez tenga el reconocimiento y representatividad en el ámbito político.

Setentas

A mediados de los años 70 la denominada “Universidad Campesina”, pasa a ser el hoy “Instituto Mayor Campesino – IMCA” encargado de la promoción social con enfoque en Desarrollo Rural Integrado. Este trabajo se realiza directamente en las comunidades, a través de un equipo de promotores que se encarga de desarrollar las actividades de formación, organización comunitaria y acompañamiento a las comunidades campesinas en aspectos de educación, salud, pastoral y conformación de empresas y tiendas comunitarias.

Ochentas

En la década de los 80, la búsqueda de alternativas de desarrollo rural lleva a que el IMCA promueva procesos de formación destacados y pioneros en el país como la producción agropecuaria con enfoque agroecológico; la creación de la Maestría en Desarrollo Sostenible en Sistemas Agrarios, en convenio con el CIPAV y la Pontificia Universidad Javeriana Bogotá; el impulso a la producción orgánica de café en medio de la crisis cafetera; la conservación de la biodiversidad como base para la producción alimentaria campesina; entre otros.

Noventas

En los años 90, la experiencia de los Comités Interinstitucionales de apoyo al sector rural que fomenta el IMCA en el ámbito municipal inspiran la elaboración conjunta de los planes de desarrollo veredal y corregimental, así como la conformación y funcionamiento de los Concejos Municipales de Desarrollo Rural – CMDR; una propuesta que se lleva a cabo en el Departamento del Valle del Cauca y que luego se proyecta a otras regiones del país.

Actualidad

A finales del Siglo XX y principios del Siglo XXI, la agudeza del conflicto armado en el Valle del Cauca afecta directamente las comunidades acompañadas por el IMCA, la respuesta es la construcción de alternativas de vida y de paz en medio del conflicto como una forma de superarlo y de acompañar a las víctimas en sus procesos de resistencia pacífica y a las comunidades desplazadas para su retorno y/o reubicación.
El IMCA le apuesta a esa dinámica a través de tres procesos: la consolidación de alternativas productivas de seguridad y soberanía alimentaria y nutricional (abordando la construcción de políticas públicas, autoconsumo y mercadeo alternativo, conservación de recursos genéticos, biodiversidad y el patrimonio hídrico); formación para la sostenibilidad regional (a través de las escuelas de formación campesina a nivel regional y nacional, en convenio con el CINEP y la Fundación San Isidro); y la construcción y fortalecimiento del tejido social y la democracia (donde se promueve el fortalecimiento y la articulación de las organizaciones campesinas en torno a dinámicas regionales y la cualificación de las relaciones interinstitucionales).
En la actualidad, el IMCA en coordinación con la institucionalidad local y apoyados por el proceso de regionalización de la Compañía de Jesús en el Valle del Cauca, acompaña el Programa de Gestión Participativa de la Sostenibilidad Local y Regional.

Desde el Programa de Sostenibilidad Local y Regional se ponen en práctica las estrategias de formación continua con énfasis en Participación y cultura política; planificación territorial participativa para la formulación de Planes de Vida, Planes de Desarrollo Municipal, conformación y renovación de Consejos Territoriales de Planeación, Concejos Municipales de Desarrollo Rural, Comités Interinstitucionales de Educación, entre otros; Gestión de proyectos, donde nos jugamos el mejoramiento de la calidad de vida de familias y comunidades en la gestión, ejecución, seguimiento y evaluación de proyectos locales y regionales de sostenibilidad. Finalmente, la investigación y sistematización del proceso se realiza en coordinación con la academia, de tal manera que se pueda aportar la experiencia a otros actores, sectores y regiones.